jueves, 23 de julio de 2020

Salmo 23: “El Dios Proveedor”






Aunque David era un anciano cuando escribió el Salmo 23, en esta preciosa poesía comparte sus experiencias como pastor de ovejas en su juventud. La misma se centra en la provisión de Dios aún en las más difíciles circunstancias de la vida. Por esta razón, podemos expresar el siguiente principio: Dios es nuestro completo proveedor. Al respecto cabe preguntamos ¿Por qué Dios es nuestro completo proveedor? Este Salmo responde a esta pregunta comparando a Dios con dos figuras del contexto antiguo:


Dios es nuestro completo proveedor porque es nuestro pastor

“Jehová es mi pastor”. David está usando literalmente la figura de un pastor de ovejas de los campos de Israel. Además de su experiencia personal, gran parte del contexto en que se escribe la Biblia es rural, pastoril y campestre. Por esa razón, en varias ocasiones Dios es presentado como el “Pastor de Israel” (Sal.80:1; Jer.31:10). Posteriormente, Cristo se presenta así mismo como “el Buen Pastor”. (Jn.10:11-16).

Al exclamar “Jehová es mi pastor”, el salmista se consideraba una oveja de su redil. En la Biblia esta figura se usa para hablar de los genuinos hijos de Dios. Por otra parte, como todo buen pastor se ocupaba en proveer para cada necesidad de sus ovejas indefensas, así Jehová era para el salmista, y es para nosotros, el completo proveedor. Por esto dice: “Jehová es mi pastor; nada me faltará”. Esta expresión tiene que ver con las necesidades reales y básicas para el sustento diario, no así con todos los caprichos y antojos que nos llevan a desear cosas que realmente no necesitamos.

Después continúa con una serie de expresiones que argumentan porque que nada le faltaría: “en lugares de delicados pastos me hará descansar”. Los pastores se esforzaban aun en el duro invierno, para garantizar la mejor alimentación posible de sus ovejas. De la misma manera Jehová como nuestro pastor no sólo nos provee nuestro alimentó físico, si no que nos garantiza la mejor alimentación y descanso espiritual, tanto en medio de un desierto de preocupaciones, como en medio de una tormenta de problemas (Sal.94:12-13; Éx.33:12-15; Mt.11:28-30).

Continúa diciendo: “Junto a aguas de reposo me pastoreará”. Cuando se lleva a un rebaño de ovejas a un río cuyas aguas corren muy rápido, estas se asustan y no beben lo suficiente para calmar su sed. Por esto era necesario llevarlas a lugares donde el agua estuviera tranquila. En toda la Biblia el agua tranquila y cristalina se usa como figura o símbolo de aquello que produce verdadera paz en nuestras vidas, a través de lo cual Dios nos pastorea, como por ejemplo: (1) Cristo (Jn.4:13-14). (2) El Espíritu Santo (Jn.7:37-39). (3) La Palabra de Dios (Is.55:10-11; Am.8:11).

“Confortará mi alma”. El término “confortará” en el original significa “hacer volver o regresar”. Esto quiere decir que cuando nos hemos extraviado, nos hará regresar por medio de su Espíritu Santo a su camino. Si volvemos heridos nos curará las heridas y nos cargará en sus brazos de amor. Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre”, lo cual significa que nos guiará por caminos de rectitud o santidad, para ser consecuente con su propia naturaleza de amor, misericordia y santidad.

“Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo”. Valle de sombra de muerte, era un tipo de valle común en aquellas regiones, una especie de cañada rodeada de elevaciones rocosas las cuales eran muy angostas y peligrosas, pues podían estar asechando asaltantes o animales salvajes. Al pasar por allí con el rebaño, los pastores tenían que salir en defensa de sus ovejas en caso de ataque. De la misma manera, Dios como nuestro pastor nos provee de protección cuando andamos en diversos peligros. La realidad es que no tenemos temor, no por causa de nuestra gran valentía, sino porque “tú estarás conmigo”. En medio de los valles de sombra de muerte de nuestras vidas, podemos repetir con el salmista “tu vara y tu cayado me infundirán aliento”. Si una oveja se apartaba del camino en aquel lugar tan peligroso, rápidamente sentía el cayado del pastor haciéndola volver. Esto mismo hace el Espíritu Santo cuando nos reprende, redarguye y nos trae de regreso al camino.


Dios es nuestro completo proveedor porque es nuestro anfitrión

Reafirmando la idea de Dios como nuestro completo proveedor, el salmista lo compara con un anfitrión que ha preparado un gran y delicioso banquete para que sus hijos disfruten. “Aderezas mesas delante de mí, en presencia de mis angustiadores”. El término “aderezas” significa adornar con exquisitez una mesa, para recibir invitados muy especiales y queridos. Esta expresión es una comparación con las incomparables bendiciones de Dios para nuestras vidas. Es importante destacar que en aquellos tiempos cuando alguien preparaba un banquete y traía a sus invitados, no permitía que fuera molestado ni atacado. Por eso dice “en presencia de mis angustiadores”. Es decir, que podemos ver y disfrutar las bendiciones de Dios a pesar de estar inmersos en pruebas y dificultades.

“Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebozando”. Ambas expresiones hablan de una misma idea, pues en medio de los banquetes los anfitriones derramaban el aceite (era una especie de perfume de la época) sobre sus huéspedes para traerles gozo, alegría y disfrute; y les rellenaban la copa para que no les faltara el vino con que acompañaban la comida. La idea es que nuestro Dios provee el verdadero gozo y la plena satisfacción a nuestras vidas.

La poesía cierra con broche de oro al decir: “Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida”. Por todo lo anterior, deberíamos unirnos al salmista en su última expresión: y en la casa de Jehová moraré por largos días”.


Nos gustaría que nos dejara un comentario, pues quisiéramos continuar creciendo junto a usted en la vida cristiana.


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