viernes, 21 de agosto de 2020

Efesios 6:18-20: “orando con todo”



El apóstol Pablo nos advierte del peligro que representa la guerra espiritual que se está librando todo el tiempo a nuestro alrededor (Ef.6:11-12). En tal sentido nos insta a “fortalecernos en el Señor y en el poder de sus fuerzas”. Después nos presenta la estrategia para lograrlo haciendo una comparación entre la armadura que usaban los soldados romanos de aquella época y las armas espirituales que debemos usar nosotros para triunfar.

Una vez mencionado todos los elementos de la armadura del soldado y compararla con la armadura espiritual, menciona de manera enfática la oración. La misma no es presentada como parte de la vestimenta espiritual de un soldado de Cristo, porque según los comentaristas bíblicos es la atmósfera u oxígenos imprescindibles en la que estos se mueven.

Ahora bien, este pasaje nos está respondiendo una pregunta sencilla pero vital: ¿Cómo debe orar el cristiano en medio de la guerra espiritual? La respuesta es la conocida como “los todos” de Efesios 6:18:   

 

El cristiano debe orar en todo tiempo

Debemos orar en toda oportunidad. O sea, en la mañana al despertar, cuando salimos para el trabajo, cuando vamos a comer, cuando visitamos a un enfermo o alguien que necesita aliento, en la tarde o la noche junto a la familia, antes de dormir, por sólo citar algunos ejemplos.

También puede referirse a tiempos contrastados. Es decir, que debemos orar en los tiempos bueno cuando todo marcha bien, pues algunos tienen la tendencia de olvidar a Dios cuando las cosas están saliendo bien o están prosperando. Sin embargo, no podemos olvidar que todas las cosas las podemos perder en un segundo, y que si algo tenemos en por la gracia de Dios. Orar en los tiempos malos cuando las cosas no están saliendo bien y nos visita la desesperación, la frustración y la tristeza. Estos son tiempos especiales para buscar aun más profundamente a Aquel que nos puede sacar del pozo de la desesperación y del lodo cenagoso.

 

El cristiano debe orar con toda oración


Oración de confesión

Desde la muerte de Cristo en la cruz los hijos de Dios tienen libre acceso al Padre Celestial por medio de Jesucristo. La confesión de nuestros pecados es esencialmente un asunto de intimidad con nuestro Dios. Es abrirle nuestro corazón y derramar nuestra alma ante el trono de la gracia. Es humillarnos y arrepentirnos delante de su presencia. En 1 Juan 1:6-10 se nos aclara que nuestra confesión de pecado es a Dios quien es fiel y justo para perdonarnos y limpiarnos de toda maldad. La confesión de nuestros pecados es el primer tipo de oración, pues con pecados en el corazón Dios no nos responderá.


Alabanza y adoración 

La alabanza se puede definir como “reconocimiento a Dios por lo que ha hecho y hará en nuestras vidas” y la adoración “reconocimiento a Dios por lo que es en sí mismo”. Las Escrituras están llenas de expresiones de alabanzas y adoración que se han elevado a Dios en forma de oración y no solamente por medio de la música.


Súplica

Por supuesto que no puede faltar el tipo de oración más conocido: Las peticiones. Las cuales tienen que ser conforme a la voluntad de Dios.   


Acción de gracias

Una fuerte tendencia de las personas en el mundo de hoy es a ser olvidadizos cuando de dar las gracias se trata. Un tipo de oración o un motivo dentro de todas nuestras oraciones que nunca debería faltar es la gratitud o acciones de gracias. La Biblia es clara y directa al decirnos: “Dar gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”  (1Ts.5:18). “Por nada estéis afanoso, sino sean conocida vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias” (Fil.4:6), “Perseverad en la oración, velando en ello con acción de gracias” (Col.4:2).


El cristiano debe orar con toda súplica en el Espíritu

Lamentablemente muchas oraciones son en la carne y no en el Espíritu, por eso son egoístas para gastar en los deleites. Una versión inglesa traduce “orar en el poder del Espíritu” y otra traduce “orar bajo la guía del Espíritu”. Romanos 8:26-27 nos recuerda que el Espíritu Santo es nuestro guía y nuestro intercesor para que nuestras oraciones tengan el sello espiritual que deben tener. Cuando buscamos la dirección del Espíritu Santo a la hora de orar seguramente vamos a pedir conforme a la voluntad de Dios y para honrar su nombre en cada respuesta.

 

El cristiano debe orar con toda perseverancia

La palabra “perseverancia” significa “apegarse a ello y no dejarlo de hacer”. La Biblia es clara: “Orad sin cesar” “Perseverad en la oración” “Constante en la oración”  “y velando en ello con toda perseverancia”. Roberto Law dijo: “La oración no es lograr que se haga la voluntad del hombre en el cielo, es lograr que se haga la voluntad de Dios en la tierra”. La mayoría de las personas dejan de orar cuando Dios está a punto de dar la respuesta. Perseverar no se trata de un capricho u obstinación, el autor Warren W. Wiersbe dice: “Debemos mantenernos en oración hasta que el Padre nos responda o el Espíritu nos detenga”. Resaltando el valor de orar perseverantemente Cristo narró dos parábolas al respecto en Lucas 11:5-10 y 18:1-8ª.

Ahora bien, ¿Por qué debemos orar con persistencia e insistencia? Entre otras cosas, primero porque orar no es solamente pedirle y pedirle a Dios, sino es un medio de comunicación para estrechar más nuestra amistad con el Señor, mientras más hablemos con Él de un asunto más fuerte será nuestra amistad. En segundo lugar, porque necesitamos depender de Dios y el hecho de volver a Él una y otra vez para resolver un asunto determinado habla de nuestro propósito de depender de su persona y no de nosotros mismos.

 

El cristiano debe orar por todos los demás cristianos

Hay un llamado en toda la Biblia a que oremos unos por otros. En el contexto en que aparece este pasaje tiene que ver con apoyar a nuestros hermanos en Cristo en oración porque están también inmersos en esta batalla espiritual y necesitan nuestro apoyo. Como dice el apóstol Pedro: “Sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo”. No estamos solos en esta lucha mientras otros oran por nosotros hagamos lo mismo con ellos.

 

El cristiano debe orar por todos los siervos de Dios

El apóstol Pablo pide oración específicamente por él, pero no para que Dios le librara de la cárcel, o le mejorara la salud (aunque serían motivos legítimos y comprensibles) pero prefirió pedir responsabilidad para cumplir a cabalidad la misión recibida del Señor. Pidió palabra para dar a conocer el mensaje del evangelio con poder y pidió valor para hacerlo en aquel contexto complicado en que se encontraba.

Debemos orar por los líderes espirituales del pueblo de Dios como los pastores, los misioneros, los evangelistas, los diáconos y responsable de los diferentes ministerios, entre otros.

En resumen,  respondiendo a la pregunta ¿Cómo debe orar el cristiano en medio de la guerra espiritual? Debemos recordar que el cristiano debe orar en todo tiempo, con toda oración, con toda súplica en el Espíritu, con toda perseverancia, por todos los cristianos y por todos los siervos de Dios.    


Nos gustaría que nos dejara un comentario, pues quisiéramos continuar creciendo junto a usted en la vida cristiana.

 

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