viernes, 2 de abril de 2021

Respuestas a la resurrección de Cristo


  

Mateo 28:1-15

La resurrección de Cristo es el acontecimiento más importante y trascendental de la historia humana. Nadie antes ni después ha desafiado la muerte venciendo sobre ella como lo hizo Jesús. Se levantó de entre los muertos en el poder del único y verdadero Dios. Esto lo había profetizado claramente durante su ministerio público, al expresar: “nadie me quita la vida sino que yo mismo la pongo, tengo poder para entregarla y tengo poder para volverla a tomar” (Jn.10:17-18), También nos dice Mateo16:21: “Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto y resucitar al tercer día”. 

Ahora bien, el impacto de este evento ha sido extraordinario en toda la historia, a tal punto que ha generado las más diversas reacciones y respuestas de las personas en este mundo. De tal manera que podemos afirmar que: La resurrección de Cristo produce una respuesta en cada ser humano. Ante esta verdad es necesario hacernos la siguiente pregunta clave ¿Cuál será tú respuesta? Veamos cómo respondieron algunos de los personajes bíblicos que vivieron en esos días:

 

1.      La respuesta de los enemigos frente a la resurrección de Cristo  

 

   a. Los guardias romanos (Mt.27:62-66) 

Estos guardias estaban puestos por las autoridades romanas para evitar que alguien fuera a robar el cuerpo, y después inventar una historia sobre la resurrección. Por las leyes establecidas en el imperio y las costumbres de la época sabemos que una guardia romana estaba compuesta por no menos de doce soldados, los cuales si se quedaban dormidos y ocurría algo pagaban con su propia vida. En otras palabras, no había posibilidad de que aquellos deprimidos y dispersos discípulos robaran el cuerpo para elaborar una mentira. Sin embargo, a pesar de todo esto  no pudieron impedir que Cristo se levantara de los muertos, porque nadie podía retener en el sepulcro al autor de la vida.

En el momento exacto de la resurrección los soldados reaccionaron o respondieron con miedo y temblor (Mt.28:4). Lamentablemente, a pesar de ser testigos presenciales de tan glorioso evento, no se humillaron delante de Dios, si se arrepintieron de sus pecados, mas bien completaron su acto de cobardía de la manera que se narra en Mateo 28:11-15.

Aun en nuestros días hay personas que saben que Dios es real y todopoderoso, inclusive no dudan de la veracidad de la resurrección de Cristo, pero no deciden arrepentirse y entregarle sus vidas a Él. O sea, que están perdiendo tiempo dejando pasar la única posibilidad de salvación para sus vidas. 

   b. Los principales sacerdotes

Estos personajes fueron los que incitaron al pueblo para que
pidieran la crucifixión de Cristo. Sencillamente, porque les molestaba que predicara la verdad, la cual chocaba con sus enseñanzas y prácticas hipócritas, y afectaba sus intereses egoístas y mezquinos.

Ahora, frente al estremecedor suceso de la resurrección, vieron un gran peligro para lograr sus diabólicos planes. Tristemente, los principales sacerdotes en ningún momento reconocieron delante de Dios su equivocación ni sus pecados, sino que se endurecieron más aun sus corazones. Por lo tanto, reaccionaron o respondieron por medio de una artimaña a base de mentiras y sobornos (Mt.28:11-15).

A pesar de todos sus malvados propósitos fracasaron, pues aunque es cierto que algunos judíos creyeron a la mentira, hoy millones y millones de personas en todo el mundo están celebrando el triunfo de Jesucristo sobre la muerte. Millones que han tenido una experiencia personal con el Cristo que vive para siempre, que hemos recibido la vida en abundancia y eterna que el prometió. Formamos parte de un pueblo que es sostenido por la esperanza y la promesa: “por cuanto el vive, yo también viviré”.

Aun hoy hay personas que como los principales sacerdotes andan creando, buscando o creyendo falsos argumentos para negar la resurrección de Cristo y con ello justificar su falta de entrega a Dios. Personas que prefieren cualquier teoría o hipótesis que creer a la Biblia, y a la demostrada historia de la resurrección de Cristo para sellar nuestra salvación eterna junto a Dios.

 

2.     La respuesta de los seguidores frente a la resurrección de Cristo 

 

   a. Las mujeres (Mt.28:1-10)

    

Las mujeres estuvieron al lado de Jesús en el momento más doloroso, en el momento de su muerte en la cruz del Calvario. Al tercer día iban al sepulcro con especies aromáticas con la intención de ungir su cuerpo, cuando son impactadas con la noticia de que había resucitado. La primera reacción fue de temor, pero no de terror como los guardias romanos, sino que era una mezcla de temor con gozo. Frente a la grandeza de Dios demostrada en este glorioso e irrepetiblemente evento ellas reaccionaron con un temor reverente, de reconocimiento del Dios verdadero, de sumisión y entrega a Él.

 

Es decir, que otro grupo de personas en el mundo cuando tienen un encuentro con el Cristo resucitado responden con un temor reverente, con un respecto supremo que nos lleva a entregarle toda nuestra vida, y que genera un gozo profundo en nuestros corazones. 

   b. Los discípulos (Mt.28:17) 


Hubo dos reacciones diferentes en los discípulos: (1) Un grupo cuando le vio resucitado le rindieron la adoración que Él, y solo Él, merece por ser el Rey de reyes y Señor de señores victorioso sobre la muerte. El que logró con su sacrificio el perdón para nuestros pecados y la reconciliación con el Padre Celestial para obtener vida eterna. (2) Otro grupo más pequeño cuando le vieron aún dudaban. Lo interesante es que aunque nosotros dudemos de la veracidad de este evento sin par, no podemos cambiar la historia, es un hecho totalmente demostrado.

Ahora bien, más importante que la demostración histórica es su significado espiritual. Frente a la resurrección de Cristo es necesario dar una respuesta, la cual se pudiera resumir en dos posibilidades: (1) Me entrego a Cristo resucitado como mi único Señor y Salvador (2) Le rechazo y dejo pasar mi única posibilidad de reconciliarme con Dios y asegurar la vida eterna.

 

En resumen, la resurrección de Cristo produce una respuesta en cada ser humano.

¿Cuál será tu respuesta?

 


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