viernes, 19 de marzo de 2021

Orando para vencer la tentación


 

Mateo 26:40-44

En reiteradas ocasiones la palabra “velar”, que se usa en el NT relacionada con la oración, es un término que debería traducirse como “desvelaos en oración”. Esto lleva implícito la idea de renunciar a otras cosas, incluyendo tiempo de descanso, para estar orando al Señor. Un cristiano que vela en oración crecerá y se fortalecerá ante los ataques del enemigo, porque velar en oración es el arma para vencer la tentación. Veamos esta verdad por parte:   

 

1.     Velar en oración

a.      Velar en oración es lo que el Señor espera

Pedro se había jactado de ser sumamente fiel al maestro (Mr.14:29). Sin embargo, cuando más falta hacia que le apoyará en oración en la hora crucial, simplemente estaba durmiendo. La pregunta de Cristo no se hizo esperar: “¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora?”. O sea, ¿Pedro no me vas a abandonar y no has podido ni siquiera apoyarme en oración una hora? Por cierto, aunque no podemos establecer un dogma de esto, Jesús deja ver que orar una hora es algo así como lo mínimo que podemos hacer.

b.      Velar en oración es la orden del Señor

Velad y orad”. Al igual que todo mandamiento del Señor, esta orden está motivada por el amor de nuestro Padre, lo cual se expresa diciendo: “Para que no entréis en tentación”. Aunque es cierto que el Señor nos restaura cuando nos arrepentimos después de una caída, lo mejor para nuestra vida es evitar pasar por tan amarga experiencia. Esto se logra obedeciendo su mandato de velar y orar.   

 

2.     Vencer la tentación

La oración nos ayuda a vencer cualquier tentación, pero particularmente en el contexto del pasaje resaltan tres:

a.      Creernos superiores a los Demás (Mt.26:35)

El creerse superior a los demás en cualquier aspecto, es un pecado muy sutil contra el que tenemos que luchar siempre. La oración nos mantiene en la justa medida, ayudándonos a cultivar la humildad de corazón.

b.      A dejar la comunión con Dios (Mt.26:40,43)

Los discípulos estaban cargados de sueño y no pudieron orar. La falta de oración en nuestras vidas nos lleva a ir perdiendo cada vez más comunión con nuestro Dios y vamos cayendo en un profundo sueño espiritual.

c.       A abandonar definitivamente el camino (Mt.26:56)

A la hora crucial todos los discípulos huyeron y abandonaron al Señor, al no estar listos porque no estaban velando en oración. Por el contrario, Cristo estaba velando en oración, por lo cual enfrentó la prueba con todo valor.

Recuerde, velar en oración es el arma para vencer la tentación.

 

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